En el webinar organizado por Aval Buró, Alberto Acosta-Burneo, editor de Análisis Semanal y experto en investigación económica, analizó la nueva metodología de cálculo de las tasas de interés definida por el Banco Central del Ecuador y que entró en vigencia desde el primero de enero del 2022.
En su exposición, explicó de manera sencilla cómo funciona la oferta y la demanda del dinero al compararla con la comercialización de papas. Si a un agricultor el Gobierno le pone el precio de $5 el quintal de papas, cuando lo rentable es $8, no le sale el negocio. Entonces va a optar por la siembra de quinoa o de fréjol provocando que escaseen las papas.
Lo mismo sucede con el precio del dinero. ¿Es rentable para un banco dar, ofrecer, prestar dinero a bajo costo? La respuesta es no.
Si la tasa de interés, que es el precio del dinero, es baja o nula, no sale el negocio y se deja de entregar, ofertar, dar dinero, entonces éste escasea.
El que presta quiere recuperar lo que prestó. Además, al percibir menos ganancias tiende a reducir la innovación y la búsqueda de la eficiencia.
Entre los componentes del crédito está el riesgo de que no te paguen. Las instituciones financieras no pueden poner en riesgo el dinero de sus depositantes. En cambio, si se reduce el riesgo, se presta con más tranquilidad.
La inflación, otro componente del crédito, siempre está presente, presto $100 y no quiero que me devuelvan $80.
La disminución de la tasa de interés a niveles que no cubren los costos de operación hace que bancos y cooperativas no otorguen crédito. Esa reducción de la oferta no es lo que se busca, pues desincentiva la productividad.
En estos casos, el crédito informal o chulco, crece; lo cual perjudica al deudor porque las tasas de usura son altísimas (5% diario o hasta 1300% anual), muchas veces impagables.
Cuando los gobiernos modifican las tasas de manera anti-técnica, los bancos prestan dinero a los mismos clientes, aquellos que son más sólidos y de menor riesgo. No colocan en sectores como es el de los emprendedores, los cuales brindan menos garantías de pago.
Pequeños comerciantes, artesanos, microempresarios no tienen a dónde acudir y terminan en la usura con las consecuencias antes descritas, o en la banca pública que ofrece tasas bajas, pero trámites largos y engorrosos.
La nueva metodología desarrollada por el Banco Central se aplica desde el 1ero de enero 2022 a los segmentos: Productivo Empresarial, Productivo Pymes, Consumo, Microcrédito Minorista, Microcrédito de Acumulación Simple, Microcrédito de Acumulación Ampliada.
Se aplica dos desviaciones estándar de la tasa activa referencial para los segmentos Productivo Corporativo e Inmobiliario.
No hay cambios en los segmentos: Educativo, Vivienda e Inversión Pública.
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